martes, 12 de octubre de 2010

Seguro que a lo largo de nuestra vida pasamos por una variedad de momentos, aquellos que son lindos, felices, divertidos, llenos de alegría, de paz y otros tantos completos de amargura, tristeza, bronca odio; en fin, infinidad de momentos que nos van despertando sentimientos a lo largo de nuestra vida.
Al momento de hacer un balance acerca de nuestra vida, situaciones por las que pasamos y personas que fueron partícipes de cada una de ellas, seguramente guardemos en nuestra mente los recuerdos más lindos.
Es que si uno se pone a pensar, de que sirve guardar malos momentos? Tal vez algunos dejen enseñanzas pero otros tantos solo dejan amargura, tristeza, cosas que son preferibles olvidar; así también como nos sucede con las personas, por lo general uno trata de ver sus virtudes, de aceptarlas como son, de que nos sirve verle todos los defectos a la persona? si uno lo aceptó como es, debe aprender a quererlo así y no pretender que el otro cambie.
Por eso, aplicamos la famosa "memoria selectiva" y decidimos recordar solo aquello que nos agrada, nos hace bien, aquellos buenos momentos, llenos de felicidad y tan solo algunos tristes, pero los mas importantes, esos que no se pueden olvidar porque nos dejaron una marca.
Y así también nos sucede con las personas, nos aferramos a aquellas en las que veamos una companía para seguir adelante, una mano que nos sostenga si nos llegamos a tropezar y un hombro en el cual llorar, si es que algo sale mal.
Y así, en base a los recuerdos y las companías uno va transitando por la vida, formando también parte de la vida y de los recuerdos de otros.

Lucia.

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